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Mitos sobre el entrenamiento de fuerza

5 pensamientos erróneos que debes borrar de tu mente sobre el entrenamiento de fuerza aplicado a corredores

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Marathon Buzz

12/9/20242 min read

¿Te has preguntado si algunos de los mitos alrededor del entrenamiento de fuerza son ciertos? Hay creencias populares que circulan sin fundamento, como el famoso "la fruta por la noche engorda".

Con el entrenamiento de fuerza ocurre algo parecido: creencias erróneas que te limitan innecesariamente. Este tipo de detalles no deberían impedirte aprovechar los beneficios del entrenamiento de fuerza.

Hoy vamos a desmontar los mitos más frecuentes sobre fuerza y running, ya que muchas de estas ideas no tienen fundamento.

Primer mito: Si entreno fuerza seré más lento

Esto es falso, siento decirte que no te convertirás en el próximo Mr. Olympia por levantar peso. Para aumentar significativamente tu masa muscular necesitas cumplir con dos requisitos, consumir más calorías de las que gastas, si corres muchos kilómetros esto ya es difícil de lograr, y entrenar fuerza al menos 4-5 días a la semana una rara avis en los corredores.

El objetivo del entrenamiento de fuerza no es ganar músculo, sino desarrollar fuerza funcional que te permita correr mejor.

Segundo mito: Entrenar fuerza me deja agujetas y corro más lento al día siguiente.

Es cierto que cuando comienzas a entrenar fuerza puedes experimentar agujetas debido al daño muscular inicial. Sin embargo, la constancia y el ajuste progresivo de las cargas favorecerá a la desaparición de las mismas. Una vez que tu cuerpo se adapta, no notarás esa sensación de pesadez al correr. La clave al igual que en la carrera es la constancia.

Tercer mito: Los corredores de alto rendimiento no entrenan demasiada fuerza.

Claro que la entrenan, otra cosa es que no la muestren y tú no puedas verla. En primer lugar, recuerda que no todos los corredores de élite comparten sus entrenamientos en redes sociales. Y en segundo lugar, tu parecido a un corredor de élite es el mismo que el de un huevo y una castaña.

A largo plazo, este tipo de entrenamiento no solo te hará más rápido, sino que también te ayudará a prevenir lesiones y disfrutar más del deporte.

Cuarto mito: No estoy seguro de que mejore mi rendimiento al correr.

Está demostrado científicamente que el entrenamiento de fuerza mejora la economía de carrera, es decir, la eficiencia con la que consumes energía al correr. Esto se traduce directamente en un mejor rendimiento.

Quinto mito: No estoy seguro de que reduzca mis lesiones.

Entrenar fuerza dentro de rangos normales reduce significativamente el riesgo de lesiones. Los corredores que descuidan la fuerza suelen tener desequilibrios musculares que aumentan la probabilidad de problemas a largo plazo.

El entrenamiento de fuerza es una inversión en tu rendimiento y salud como corredor. No dejes que mitos o creencias sin fundamento te alejen de este hábito tan beneficioso.

¡Que la fuerza te acompañe!